Fue un proyecto muy laborioso que llevó su tiempo, pues todas las piezas están hechas a medida y marcadas, cortadas y fijadas una por una; además de pintadas. Hay que recalcar que los tres somos unos perfeccionistas y no descansamos hasta que todo estuvo bien puesto y en su sitio, hasta que con esfuerzo y dedicación conseguimos terminar la torre, que ahora miramos con orgullo (sobre todo Belén y yo, que nunca habíamos hecho una maqueta antes).
Los materiales que utilizamos para la construcción fueron:
- Madera.
- Cartón (de caja de cereales, muy útil para su cometido).
- Palillos.
- Cola y silicona como adhesivos.
- Circuíto eléctrico: Pilas de petaca de 4'5 V, cables, bombilla, interruptor... y demás parafernalia.
- Pintura que imita a la piedra.
Así fue creciendo nuestra torre:
Los primeros días nos dedicamos a lo más básico, cortar, limar y marcar las maderas que conformarían las paredes de la torre:
Una vez terminado ésto, procedimos a colocarle los adornos:
Muchos cálculos tuvimos que hacer para elaborar la parte más alta de la torre, sí, pero al final nos quedó bienl. Al mismo tiempo, fuimos haciendo en las piezas los agujeros necesarios para colocar después el circuito eléctrico. Lo peor de todo... ¡¡¡¡las ventanas!!!! Tuvimos que cortarlas en la madera una por una, y después hacer los marcos y las contraventanas de todas y cada una de ellas... 36 ventanas a dos rectangulitos marcados y pegados por ventana dan... ¡¡72 piezas marcadas, cortadas y pegadas una por una!! Así es normal que acabase por cogerles manía.
Después, tuvimos que fijarlo todo; las ventanas con cola, las demás piezas con silicona, e ir colocando el circuito eléctrico previamente elaborado. ¡¡Cuando llegó la hora de pintar no nos lo creíamos!!
Y éste es por fin, después de la mayoría de las clases del trimestre y algunas tardes en casa, el resultado final:
esta muy hermosa la maqueta
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